marzo 19, 2024

La semana entre el 19 y el 26 de mayo, una profesora y dos profesores del IES Veleta visitaron el instituto Ungdomsskole en Odda (Noruega). Un entorno en el parque nacional de Folgefonna, dentro de la provincia de Hordaland donde termina el fiordo de Hordaland, haciendo que  la naturaleza sea la protagonista, con su incesante fluir de agua que discurre por cascadas, ríos y lagos; su inmensidad de bosques eternos, sus acantilados,  sus glaciares y sus fiordos. En definitiva, un remanso de paz y tranquilidad.

Esa paz se traslada a su pequeño instituto, de apenas 200 alumnos y 30 profesores. Allí no existen las barreras, no hay puertas cerradas, no hay señales acústicas que marquen el inicio o el fin de la actividad; no obstante, impera el orden, la disciplina y el respeto. El alumnado es el protagonista, consciente de en dónde se  encuentra y de cuál es su papel como actor principal en su aprendizaje;  dirigido y guiado por el profesorado en todo momento. Un alumnado que se ve feliz, que se siente como en casa y que responde con lealtad a las licencias que se le conceden. Un alumnado que actúa con libertad; pero que respeta las normas y que cuida su entorno, quizás porque esa flexibilidad, alejada de reglas taxativas, no les plantea el reto de tener que infringirlas.

Un alumnado que desarrolla sus destrezas, sus habilidades y su creatividad con una metodología eminentemente práctica conjugada con unos escuetos contenidos previos que da, como resultado final, una optimización de recursos materiales y humanos.

El profesorado sabe rentabilizar su trabajo y su tiempo. Buscan el orden y son los primeros en dar reflejo de ello, capitanes que abandonan el barco en último lugar y los primeros en abordarlo marcando, en cada instante, un rumbo correcto.

En definitiva, una experiencia enriquecedora, gratificante y fructífera que estamos deseosos de introducir dentro de nuestras aulas, fusionándola con lo bueno que hacemos, que no es poco.

Agradecidos, siempre, al trato recibido, la amabilidad y la hospitalidad que, esperemos, algún día podamos devolver.

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